
La EPOC es un problema de salud pública de enorme y creciente importancia por su alta prevalencia, elevada morbimortalidad y costes socioeconómicos.



La exposición prolongada al aire contaminado podría aumentar el riesgo de COVID-19 grave en personas con enfermedades respiratorias como asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), muestra una nueva investigación.

Las Comunidades autónomas han empezado ya a vacunar a enfermos de riesgo, sin embargo, se ha dejado fuera de ese grupo a los enfermos con patologías pulmonares, como la Fibrosis Quística o la EPOC. Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica y la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias piden al Ministerio que se las incluya y recuerdan el alto riesgo de complicaciones en estos pacientes.



En el tejido pulmonar vive más de un tipo de hongo, pero las personas pueden respirar tranquilas: esas especies son, en su mayoría, inocuas, señalan unos científicos.
