Un grupo de rehabilitación de Zuzenak, entre los que destacan mayoritariamente enfermos de EPOC, ha realizado este otoño una ruta micológica para aprender a identificar setas.
Esta ruta se enmarca dentro del programa de rutas adaptadas promovidas por la asociación naturalista Gorbeiako Bazterra y por la empresa, especializada en este tipo de actividades, Micología para todos. Han sido un total de siete rutas micológicas adaptadas a diferentes colectivos y patrocinadas por La Fundación Vital.
La ruta se realizó en Gorbeialdea (Álava) y se adaptó a las circunstancias de este grupo de usuarios teniendo en cuenta la posible fatiga que podían padecer e incluso diseñando la ruta por un camino donde podría entrar algún vehículo de la organización o de emergencias si fuese necesario. Tras la ruta se realizó una clasificación de mas de 15 especies de setas y una serie de explicaciones micológicas con la ayuda de un laboratorio móvil y un micólogo, José David Fdez, de Micología para todos. Gracias a todas estas entidades los pacientes con EPOC pudieron aprender sobre el mundo de las setas sin encontrarse limitados por su enfermedad.
Los usuarios con oxígeno pautado también participaron en la actividad con su concentrador de O2 portátil sin ningún problema. Amanitas rubescens, boletus edulis, macrolepiotas proceras, cantharellus cibarius, .. se vieron durante la actividad, todas estas setas tienen unas funciones importantes en la naturaleza y es imprescindible el conocerlas para poder conservar nuestro entorno.
Es importante mencionar que estas setas son realmente los cuerpos fructíferos de unos hongos capaces de:
-Generar suelo fértil descomponiendo materia orgánica que de otro modo sería solamente combustible para avivar los posibles incendios.
-Realizar una selección natural de los especímenes más débiles. -Crear una red de comunicación biológica en el bosque conectando todas las plantas entre sí.
-Contribuir al desarrollo de los árboles y a su capacidad de absorción de agua y nutrientes.
-Asociarse con todos los árboles permitiéndoles capturar 8 veces más CO2.
La valoración de los asistentes fue muy positiva. El paseo por el bosque en un día muy soleado propició, junto con el aprendizaje ameno y divertido, un mayor bienestar físico y psicológico para estos pacientes. Después de la actividad se compartió un almuerzo reponedor con un buen ambiente muy saludable.