La Asociación Americana del Corazón ha publicado los resultados de un estudio científico en la revista 'Circulation', donde alerta sobre los peligros para la salud asociados al uso de cigarrillos electrónicos y solicita investigaciones adicionales para comprender su impacto a largo plazo en el corazón y los pulmones.

Los cigarrillos electrónicos, conocidos como productos de vapeo, funcionan al calentar una solución líquida (e-líquido) para crear un aerosol que se inhala. La mayoría de estos líquidos contienen nicotina, demostrada como perjudicial y altamente adictiva, y también pueden contener otras sustancias peligrosas como THC (elemento psicoactivo del cannabis), metanfetamina, metadona o vitaminas.

La liberación de numerosas sustancias, algunas desconocidas o no comprendidas por los usuarios, ha sido resaltada por el presidente del comité de redacción de la declaración, el Dr. Jason J. Rose, de la Universidad de Maryland, que ha encontrado asociaciones entre los cigarrillos electrónicos que contienen nicotina y cambios agudos en la presión arterial y frecuencia cardiaca.

Incluso en ausencia de nicotina, los ingredientes de los cigarrillos electrónicos, especialmente los agentes aromatizantes, han demostrado independientemente riesgos para enfermedades cardíacas y pulmonares en animales. Estudios 'in vitro' y con personas expuestas a estas sustancias han confirmado sus efectos negativos.

La declaración científica también hace hincapié en la importancia del diagnóstico clínico de lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos (EVALI). Este síndrome fue reconocido en 2019 tras 2,800 hospitalizaciones de usuarios de cigarrillos electrónicos en menos de un año. El acetato de vitamina E, presente en algunos líquidos, se señaló como el posible causante de la enfermedad.

La preocupación se centra en que los jóvenes son los principales consumidores de estos productos debido a su atractiva variedad de sabores, lo que puede llevar a una dependencia de la nicotina. La creencia errónea de que los cigarrillos electrónicos no son perjudiciales por su amplia disponibilidad y comercialización entre este grupo de edad, que en muchos casos nunca ha consumido tabaco, también es motivo de alarma.

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