Con el cambio en el contexto epidemiológico, el acceso de los pacientes al Sistema Sanitario, el diagnóstico y seguimiento de los casos leves, así como su vigilancia epidemiológica, debe realizarse en los centros de Atención Primaria (centros de salud, centros de atención continuada, consultorios rurales, etc.) en coordinación con los servicios de salud pública y de medicina preventiva.
En este sentido el Ministerio de Sanidad ha actualizado sus guías y documentos en este aspecto y vamos a poner el foco en las recomendaciones efectuadas para aquellas personas que se encuentran infectadas pero que, debido a su estado de salud, cursan la enfermedad en sus casas.
No es necesario que el paciente viva acompañado sí se puede asegurar las condiciones de aislamiento y una asistencia telefónica. Se informará de los recursos sociales de apoyo o ayuda disponibles a nivel local, así como de las redes comunitarias locales en marcha.
El paciente debe disponer de un teléfono que garantice la comunicación permanente con el personal sanitario hasta la resolución de los síntomas. Se le facilitarán las gestiones sanitarias sin que tenga necesidad de asistir presencialmente al centro de salud.
Aunque cada caso se deberá valorar de forma individual, como norma general no debería haber convivientes con condiciones de salud que supongan una vulnerabilidad: edad avanzada, diversidad funcional, enfermedades crónicas, inmunodepresión, embarazo…
Tanto el paciente como sus convivientes deben ser capaces de comprender y aplicar de forma correcta y consistente las medidas básicas de higiene, prevención y control de la infección, que previamente se les habrán explicado.
El centro sanitario contará con capacidad para realizar una atención y seguimiento domiciliarios, idealmente mediante controles por vía telefónica, y presencial cuando se considere necesario