Ha llegado el verano y con el desconfinamiento la gente se ha echado a la calle y desde luego la utilización de los espacios abiertos, jardines, parques, playas, heladerías y por supuesto terrazas de los bares y de los restaurantes, ha proliferado. Esto último está muy bien, hay que mover la economía tan dañada por la pandemia Covid 19.
Ahora viene el pero, desde luego disfrutar de las terrazas pero con responsabilidad. El uso de las mascarillas ya se recomienda e incluso en algunos casos puede ser obligatorio en espacios abiertos, sin embargo seguimos con el lastre de fumar en dichas terrazas, pese a la mencionada pandemia y al peligro de contagio del virus. Se ha perdido una gran oportunidad de prohibir fumar en los espacios mencionados, la administración solo recomienda que no se fume, hubiera sido el gran momento y muy oportuno de la prohibición, los fumadores lo hubieran entendido perfectamente
Ya se sabe que hay que guardar la distancia física reglamentaria para evitar contagios, para que cuando una persona esté hablando y sea portadora del virus, evite el contagio a los demás, y esta medida se apoye con la utilización de la mascarilla.
Pues bien, se sabe que cuando un fumador despide el humo de sus pulmones mediante la corriente secundaria, ésta puede contener partículas del virus que contaminarían a los expuestos, y por supuesto esta corriente secundaria llegaría más lejos, que cuando una persona habla o mantiene una conversación con otra.