En un artículo anterior de Elsevier Connect sobre la Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), se mencionaron las características fisiopatológicas de la misma y el importante papel que tiene el humo de cigarrillo en la génesis de esta enfermedad responsable del 5% de defunciones al año. Aprovechamos para complementar aquel artículo, con el diagnóstico y la clasificación de la EPOC.
La EPOC se define como una enfermedad común, tratable y prevenible que se caracteriza por la persistencia de sintomatología respiratoria y obstrucción de la vía aérea por:
Estos cambios usualmente son causados por exposición significativa de gases y partículas nocivas, especialmente el humo del cigarrillo y en segundo lugar la exposición a combustión de biomasa (humo de leña). Los cambios no ocurren simultáneamente en todos los pacientes pero sí evolucionan en distintos grados en el transcurso de la enfermedad.
Como toda enfermedad, hay que sospechar en base a la clínica. En el caso de la EPOC se caracteriza por tres síntomas principales:
Aproximadamente el 62% de pacientes presentan variabilidad de los síntomas a lo largo de las semanas o incluso a lo largo del día, típicamente los síntomas son peores en la mañana.[2]
Y si es que la presencia de tos y/o esputo es de al menos 3 meses al año durante al menos dos años consecutivos se establece el diagnóstico de bronquitis crónica, presente en aproximadamente el 30% de los pacientes, aunque este parámetro ha sido criticado por ser arbitrario.
Una vez que tomamos en cuenta los síntomas, que podrían ser el motivo de consulta del paciente o no. Realizamos una investigación de los antecedentes del paciente potencialmente causales de la enfermedad, entre los que destacan: