El dióxido de carbono, conocido también como CO2, es un compuesto de carbono y oxígeno que existe como gas incoloro. Este está relacionado con el infecto invernadero y en los últimos años se ha logrado comprobar la importancia de este gas en enfermedades pulmonares.
Así, este gas es un producto residual que produce el propio cuerpo durante la respiración y que debe eliminarse de los pulmones. De no ser así, puede dar lugar a insuficiencias respiratorias, disminución de la función pulmonar, el envejecimiento de los pulmones y un mayor riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
La EPOC es una afección crónica relacionada con la reducción de la función pulmonar que causa inflamación en los pulmones y un estrechamiento de las vías respiratorias, lo que produce la dificultad para poder respirar. De hecho, según el proyecto Global Burden of Dissease (GBD), la EPOC es la tercera causa de muerte en todo el mundo, y se espera que esta cantidad aumente en los próximos diez años.
Durante la respiración, se lleva oxígeno a los pulmones y se expulsa dióxido de carbono. Este movimiento dirige el oxígeno hacia las fosas de los pulmones, estando estas cubiertas por pequeños vasos sanguíneos que permiten al oxígeno pasar de pequeñas fosas de sangre y que el dióxido de carbono vaya de la sangre a los pulmones. Por lo tanto, una interrupción en cualquier parte de este proceso puede provocar una insuficiencia respiratoria.
Así afecta el CO2 a los pulmones
Anna Hansel, profesora Epidemiología Ambiental en el Centro de Salud Ambiental y Sostenibilidad de la Universidad de Leicester, en el Reino Unido, señala que «en uno de los análisis más grandes hasta la fecha, encontramos que las personas expuestas a niveles más altos de contaminantes tenían una función pulmonar más baja equivalente a al menos un año de envejecimiento».
«Lo que es más preocupante añade–, encontramos que la contaminación del aire tuvo efectos mucho más grandes en las personas de hogares con ingresos más bajos. La contaminación del aire tuvo aproximadamente el doble de impacto en la disminución de la función pulmonar y el riesgo de EPOC aumentado en tres veces en comparación con los participantes de mayores ingresos que tenían la misma exposición a la contaminación del aire», explica la experta.
«Consideramos el estado de fumador de los participantes y si su ocupación podría afectar la salud pulmonar, y pensamos que esta disparidad podría estar relacionada con las condiciones de vivienda o la dieta más deficientes, el peor acceso a la atención médica o los efectos a largo plazo de la pobreza que afecta el crecimiento de los pulmones en la infancia. Pero se necesita más investigación para investigar las diferencias en los efectos entre las personas de hogares de ingresos más bajos y más altos», afirma.
El aire contaminado perjudica la salud humana
El profesor Tobias Welte de la Universidad de Hannover (Alemania) y presidente de la European Respiratory Society explica que «los hallazgos de este gran estudio refuerzan que la exposición al aire contaminado perjudica gravemente la salud humana al reducir la esperanza de vida y hacer que las personas sean más propensas a desarrollar enfermedades pulmonares crónicas».
«El acceso al aire puro es una necesidad y un derecho fundamentales para todos los ciudadanos de Europa –argumenta–. Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger este derecho al garantizar que los niveles máximos de contaminantes indicados por la Organización Mundial de la Salud no sean violados en nuestras ciudades y pueblos. La respiración es la función humana más básica requerida para mantener la vida, por lo que debemos continuar luchando por el derecho a respirar aire puro», termina el investigador.
¿Cómo afecta el dióxido de carbono a los pulmones? (tododisca.com)