Se presenta como una secuela persistente y frecuente que han sufrido entre el 5 y el 10% de los afectados por la Covid-19
Desorientación, confusión, pequeños descuidos, olvido, dificultades para concentrarse...Estos son algunos de los síntomas de la llamada niebla mental. Un deterioro cognitivo a nivel neurológico que se ha presentado como una de las secuelas persistentes y frecuentes de la COVID-19 que han sufrido entre el 5 y el 10% de los afectados. Pero, ¿Cómo conduce una enfermedad respiratoria a problemas neurológicos como pérdida de memoria y disminución de la capacidad de atención? La pregunta ha dejado perpleja a la comunidad médica mientras continúa estudiando el impacto a largo plazo de COVID-19.
En realidad la niebla mental es un síndrome que ya existía asociado a otras patologías, pero la Covid le ha puesto nombre. Se veían cuadros similares en la depresión, la ansiedad o la cefalea crónica.
En un artículo reciente en la revista Neurology Clinical Practice, investigadores del NewYork-Presbyterian y del Columbia University Irving Medical Center describieron que los posibles síntomas neurológicos de COVID-19 pueden incluir dolor de cabeza, fatiga y mareos, y los médicos de todo el país informan de manera similar acerca de pacientes que se quejan de estos síntomas junto con pérdida de memoria, confusión y dificultad para concentrarse.
Los investigadores que publicaron un artículo en el Journal of Infection siguieron a 120 pacientes con COVID-19 durante tres meses después del alta, y aproximadamente el 30 % dijo que la pérdida de memoria era un problema persistente, al igual que la concentración. Pero no es solo entre los pacientes que fueron hospitalizados. Incluso las personas que tenían síntomas leves han informado de estos problemas neurológicos.
CAUSAS
Aún no existe claridad sobre la causa de este fenómeno, pero predominan varias hipótesis:
La niebla mental es un cuadro que aparece de forma más habitual en pacientes de Covid-19 graves, pero también se observa en personas que han pasado la infección de forma leve. Por tanto, no podría asociarse únicamente a la gravedad de la enfermedad. Eso sí, es más habitual en mujeres.
De entrada, se descarta que la niebla mental se deba a la invasión del virus en el cerebro. "Es muy poco probable porque el SARS-CoV-2 tiene muy poca facilidad para entrar en el sistema nervioso".
Por tanto, queda claro que la causa de este síndrome no es que el virus infecte el cerebro. Hay otras más probables: