La evidencia científica de la transmisión aérea del virus SARS-CoV-2 de diferentes investigadores apunta en la misma dirección: los aerosoles infecciosos son el principal medio de transmisión de persona a persona. Sin que esta afirmación esté exenta de controversia.
La ciencia que respalda la transmisión por aerosoles "es clara, pero no es aceptada en muchos círculos", dijo Trisha Greenhalgh, Ph. D., a Medscape Noticias Médicas.
"En particular, algunos del movimiento de medicina basada en la evidencia y algunos médicos de enfermedades infecciosas son notablemente resistentes a la evidencia", agregó Greenhalgh, profesora de ciencias de la salud de atención primaria en la University of Oxford, en Oxford, Reino Unido.
"Es muy difícil ver por qué, ya que todas las pruebas se acumulan", dijo Greenhalgh.
"La evidencia científica sobre la propagación de aerosoles tanto de campo cercano como de campo lejano ha sido clara desde el comienzo de la pandemia, pero hubo resistencia a reconocer esto en algunos círculos, incluidas las revistas médicas", dijo Joseph G. Allen, doctorado en ciencias, maestro en salud pública, a Medscape Noticias Médicas cuando se le pidió que comentara.
"Esta es la semana en que se rompió la presa. Salieron tres nuevos comentarios en las principales revistas médicas —
BMJ, The Lancet, JAMA —, todas señalando que los aerosoles son el modo de transmisión dominante", agregó Allen, profesor asociado de ciencias de la evaluación de la exposición en la
Harvard T.H. Chan School of Public Health, en Boston, Estados Unidos.
Greenhalgh y sus colegas señalan un aumento en los casos de COVID-19 como consecuencia de los llamados eventos "supercontagiadores", la propagación del SARS-CoV-2 a personas en diferentes habitaciones de hotel y la transmisión relativamente menor detectada después de eventos al aire libre.
Las 10 razones
Los investigadores resumieron 10 razones científicas que respaldan la transmisión aérea en un comentario publicado en línea el 15 de abril en The Lancet:
- El predominio de la transmisión aérea está respaldado por la transmisión de largo alcance que se observa en los eventos de superpropagación.
- Se ha informado de transmisión de largo alcance entre las habitaciones de los hoteles de cuarentena COVID-19, entornos en los que las personas infectadas nunca pasaban tiempo en la misma habitación.
- Los individuos asintomáticos representan aproximadamente del 33% al 59% de la transmisión del SARS-CoV-2 y podrían estar propagando el virus al hablar, lo que produce miles de partículas de aerosol y pocas gotas grandes.
- La transmisión al aire libre y en espacios interiores bien ventilados es menor que en espacios cerrados.
- Las infecciones nosocomiales se informan en entornos de atención médica donde las medidas de protección se dirigen a las gotas grandes pero no a los aerosoles.
- Se ha detectado SARS-CoV-2 viable en el aire de las habitaciones del hospital y en el automóvil de una persona infectada.
- Los investigadores encontraron SARS-CoV-2 en filtros de aire de hospitales y conductos de edificios.
- No son solo los humanos: los animales infectados pueden infectar a los animales en otras jaulas conectadas solo a través de un conducto de aire.
- No hay pruebas sólidas que refuten la transmisión aérea y el rastreo de contactos respalda la transmisión secundaria en espacios interiores abarrotados y mal ventilados.
- Solo la evidencia limitada respalda otros medios de transmisión del SARS-CoV-2, incluso a través de fómites o gotas grandes.
"Pensamos que resumiríamos la evidencia para aclarar los argumentos a favor y en contra. Buscamos pruebas en contra, pero no encontramos ninguna", dijo Greenhalgh.
"Aunque otras rutas pueden contribuir, creemos que es probable que la ruta aérea sea la dominante", señalan los autores.
La evidencia sobre la transmisión por vía aérea estaba allí desde el principio, pero Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros, repitieron el mensaje de que la principal preocupación eran las gotitas y los fómites.
Respuesta a una revisión
La lista de las 10 principales razones también es parte de la refutación de una revisión sistemática financiada por la OMS y publicada el mes pasado que apunta a evidencia no concluyente de transmisión aérea. Los investigadores involucrados en esa revisión afirman que "la falta de muestras de cultivos virales recuperables de SARS-CoV-2 evita que se saquen conclusiones firmes sobre la transmisión aérea".
Sin embargo, Greenhalgh y sus colegas señalan que "esta conclusión y la amplia circulación de los hallazgos de la revisión son preocupantes debido a las implicaciones para la salud pública".
Los autores actuales también argumentan que ya existe suficiente evidencia sobre la transmisión aérea. "La política debe cambiar. No necesitamos más investigación sobre este tema; necesitamos una política diferente", dijo Greenhalgh. "Necesitamos ventilación al frente y al centro, filtración de aire cuando sea necesario y mascarillas que se ajusten mejor cuando se utilicen en interiores".
Allen estuvo de acuerdo en que la orientación no siempre ha estado a la altura de la ciencia. "Con toda la nueva evidencia acumulada sobre la transmisión aérea desde el invierno pasado, todavía existe una confusión generalizada en el público sobre los modos de transmisión", dijo. Allen también se desempeña como presidente de la Comisión COVID-19 de The Lancet y es presidente del Grupo de Trabajo de la Comisión sobre Trabajo Seguro, Escuelas Seguras y Viajes Seguros.
"Fue apenas la semana pasada que CDC de Estados Unidos retiró la guía sobre 'limpieza profunda' y, en su lugar, dijo correctamente que el riesgo de tocar superficies es bajo. La ciencia ha sido clara sobre esto durante más de un año, pero la guía oficial solo se actualizó recientemente", agregó.
Como resultado, muchas compañías y organizaciones continuaron enfocándose en el "teatro de la higiene", dijo Allen, "desperdiciando recursos en la sobrelimpieza de superficies. Increíblemente, muchas escuelas todavía cierran durante un día entero a la semana para una limpieza profunda y algunos libros de la biblioteca todavía están en cuarentena. El mensaje de que el problema es el aire compartido, no las superficies compartidas, es un mensaje que aún debe reforzarse".
National Institute for Health Research, Economic and Social Research Council y Wellcome apoyan la investigación de Greenhalgh. Greenhalgh y Allen han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Damian McNamara es un periodista con sede en Miami. Cubre una amplia diversidad de especialidades médicas, que incluyen enfermedades infecciosas, gastroenterología y reumatología.