Desde el 29 de marzo sabemos que lo esencial está representado por profesiones y tareas poco glamurosas, de esas que están ahí, que vemos, pero que casi nunca miramos. ¿Qué valor da hoy la sociedad a «lo esencial» y qué precio está dispuesta a pagar por ello?
El pasado 29 de marzo, el Gobierno de España aprobaba el Real Decreto-ley 10/2020 en el que se regulaba un permiso retribuido recuperable para los trabajadores que no prestasen servicios esenciales. Este decreto ampliaba, en parte, el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, en el que aprobaba el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Con estos decretos, se enumeraban una serie de sectores y actividades que se convertían en esenciales para la comunidad, con el objetivo de combatir el virus y de mantener las constantes vitales de la sociedad bajo control.
Artículo: Alberto Andreu Pinillos @AAndrup