Está aquí: Inicio Actualidad Entrevista al Dr. Juan Antonio Trigueros: El impacto de la EPOC sobre las mujeres es diferente
Nos congratula enormemente poder entrevistar al Dr. Juan Antonio Trigueros, responsable del Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y principal autor del estudio ESPIRALES “THE ESPIRAL-ES STUDY”. La investigación “Espirales” describe las características clínicas de mujeres con EPOC atendidas en la práctica diaria habitual en España.
La EPOC ha sido tradicionalmente considerada como una enfermedad propia de hombres debido a que el agente etiológico principal es el humo del tabaco y éste hábito patológico ha sido fundamentalmente propio de varones en las pasadas décadas.
Todo ello ha llevado a la caracterización poblacional del paciente con EPOC como varón pero desde hace muchos años, sobre todo en países altamente industrializados, las tasas de mujeres fumadoras han aumentado de manera clara haciéndolo de manera paralela al de mujeres con EPOC.
El infra diagnóstico puede atribuirse a un conjunto de factores como el bajo conocimiento de la enfermedad por parte de las mujeres, la mala caracterización clínica, la presencia de mujeres afectadas no fumadoras pero con antecedentes de inhalación habitual de humo de tabaco (fumadoras pasivas o laborales), mujeres con inhalación habitual de tóxicos inhalados (producto de la combustión incompleta de materiales orgánicos en estufas o cocinas) y un déficit asistencial por parte de los profesionales sanitarios que han considerado en muchos casos como poco sospechosos la presencia de síntomas propios de la enfermedad , retrasando el diagnóstico de manera involuntaria.
Es importante estar alerta ante la manifestación de los síntomas precoces. Ante una mujer que consulta por tos o que presenta ocasionalmente infecciones respiratorias de vías bajas sobre todo si cursan con expectoración es imprescindible conocer sus antecedentes de posible contacto con tóxicos inhalados, ya sea tabaco de primera o segunda mano y también de tóxicos inhalados distintos del tabaco.
Con todo ello debemos plantearnos realizar una prueba de función pulmonar como es la espirometría forzada con prueba de broncodilatación para reconocer la presencia de un patrón obstructivo que debe demostrarse persistente.
A pesar de que en nuestro estudio ESPIRALES se encontró una mayor prevalencia de fenotipo mixto EPOC-ASMA en mujeres que en hombres, es importante evitar pensar de manera exclusiva en el asma cuando encontramos una mujer con disnea de causa respiratoria.
La mujer debe conocer de manera precisa los riesgos del tabaco y especialmente la posibilidad de presentar una EPOC tras unos años de consumo. Por ello el conocimiento de que la enfermedad existe y que está relacionada con el tabaco es imprescindible. En estos momentos la tasa de tabaquismo en mujeres en la edad juvenil es muy alta, pudiendo estar incluso levemente por encima de los hombres. La vulnerabilidad y susceptibilidad de las mujeres al humo del tabaco se ha citado en varios estudios como mayor que la de los hombres por lo tanto la evitación del tóxico inhalado es básica.
De igual manera, para todas aquellas exfumadoras o fumadoras activas que inicien síntomas respiratorios leves es prioritario consultar con su médico de AP.
Tratamiento:
Cómo he comentado anteriormente, la mujer puede presentar los mismos fenotipos que el hombre (no agudizador, agudizador o mixto EPOC-asma) pero en nuestro estudio la proporción de mujeres fue mayor en el mixto. Se asoció también a sobrepeso u obesidad y el comportamiento clínico fue de bastante afectación clínica con un porcentaje de pacientes afectadas de manera grave o muy grave superior al 50%.
La clínica suele estar presente de manera precoz pero genera consultas muy retrasadas. En la evolución se suele presentar agravación clínica importante. No hay síntomas ni signos específicos pero sí un agravamiento notable.
Las principales Guías de Práctica Clínica de la EPOC no recomiendan un tratamiento diferencial en función del sexo. Aun así ,se ha publicado que las mujeres pueden presentar una cierta resistencia al efecto antinflamatorio de los corticoides.
No existen estudios potentes que hayan podido señalar un mayor incumplimiento de los tratamientos en el caso de las mujeres. Tampoco conozco que existan diferencias entre los 3 principales tipos de falta de adhesión más frecuentemente señalados (erráticos, deliberados o involuntarios).
Calidad de vida:
Responderé de manera global a estas dos preguntas planteadas.
En relación a estudios de calidad de vida referida a la salud de carácter genérico no se establecen diferencias claras en función de sexo pero en nuestro estudio encontramos que al aplicar cuestionarios de calidad de vida específicos de EPOC como el COPD Assessment Test (CAT) que es muy utilizado tanto por la información de calidad de vida como por la estadiación de la gravedad que condiciona, en el caso de las mujeres encontramos una severa afectación de las mujeres diagnosticadas, con un 52% de ellas incluidas en niveles de gravedad altos o muy altos y un 32% de gravedad moderada. Probablemente en estos datos influya la señalada cuestión del diagnóstico tardío, en fases más avanzadas de la enfermedad y la alta persistencia del hábito tabáquico incluso en mujeres ya diagnosticadas.
Comorbilidades:
Sabemos que las comorbilidades afectan de forma diferente al paciente EPOC, en función de su sexo.
En nuestro estudio hemos encontrado una alta prevalencia de comorbilidades. El 82% de los pacientes presentaban algún tipo de comorbilidad, asociando de manera común varias de ellas de tal manera que un 35% presentaban 3 o más comorbilidades.
Las más comunes eran dislipemia (una concentración elevada de colesterol, triglicéridos o ambos) un 56%, hipertensión arterial un 54%, obesidad o sobrepeso un 60%, osteoporosis un 45% o diabetes un 26%.
En cuanto a la diferencia de prevalencia entre sexos, encontramos que las llamadas comorbilidades de origen cardiovascular (arritmias, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica) eran más frecuentes en varones mientras que las de tipo endocrino metabólico como la osteoporosis era más prevalente en mujeres.
Posiblemente este hecho se deba a una mayor presencia de factores de riesgo cardiovascular identificados en los hombres y una mayor labilidad endocrino metabólico y hormonal en el caso de las mujeres con un agravamiento de ambos hechos ocasionado por el efecto patológico del tabaco en las diferentes características de género.
Su petición y/o recomendaciones finales para:
Estar alerta para identificar de manera precoz a las mujeres susceptibles de presentar una EPOC aunque sea leve. Identificar la conexión con el tabaco, preguntar por síntomas y efectuar pruebas funcionales adecuadas en los casos sospechosos.
Tener claro que el consumo activo de tabaco, los antecedentes de consumo, la cercanía persistente en ambientes laborales o domésticos donde se fume, o la utilización cotidiana de estufas o cocinas que utilicen combustibles de biomasa en ambientes cerrados no ventilados pueden ocasionar en mujeres susceptibles genéticamente el desarrollo de una EPOC.
Los familiares deben prestar apoyo a las mujeres diagnosticadas, mejorando su educación sanitaria en cuanto a cuidados personales (nutrición, actividad física, vacunaciones) y de manera fundamental intentando que aquellas mujeres diagnosticadas y aún fumadoras activas pidan ayuda para dejar el tabaco.
Endurecer las medidas de tolerancia al tabaco, mejorar las condiciones de asistencia a los fumadores, optimizar la formación de sus profesionales sanitarios, acreditar la calidad de pruebas funcionales y facilitar la tarea de seguimiento de los pacientes diagnosticados
Seguir avanzando en la caracterización de la enfermedad y de manera preferencial en el conocimiento de las condiciones diferenciales de sexo.
Más info: Clinical Features Of Women With COPD: Sex Differences In A Cross-Sectional Study In Spain (“The ESPIRAL-ES Study”): https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6842276/