Dejar de fumar no solo resulta beneficioso para el cuerpo: la mente también sale ganando. A esta conclusión ha llegado un grupo dirigido por Gemma Taylor, de la Universidad de Bath, a través de un trabajo de revisión que evaluó 102 estudios en los que participaron, en su conjunto, más de 160.000 personas.
Según han publicado los investigadores en la Librería Cochrane, las personas que dejaron de fumar durante seis semanas como mínimo mostraron menos depresión, ansiedad y estrés que las que siguieron fumando. Además, experimentaron sentimientos más positivos y un mayor bienestar psicológico. Ello también sucedía en los participantes con enfermedad mental.
Con frecuencia, el consumo de tabaco en las personas con un trastorno psiquiátrico se considera una medida de automedicación, y existe el temor de que el estrés por dejar de consumir tabaco pueda empeorar su trastorno. Pero, según los hallazgos, los niveles de estrés disminuyeron en todos los grupos. Tampoco se confirmó la hipótesis de que dejar de fumar puede perjudicar la vida social o aumentar la soledad. Incluso es posible que dejar de fumar comporte una pequeña mejora del bienestar social.
«Nuestros resultados muestran que, de media, dejar de fumar se asocia con mejoras entre pequeñas y moderadas en el estado de ánimo», afirma Taylor en un comunicado de prensa. Sin embargo, las personas suelen dejar el tabaco no por los efectos mentales, sino por los físicos: las temidas consecuencias psicológicas negativas suelen ser una razón para seguir fumando. Estos temores son probablemente infundados, concluyen los autores.
Aunque los estudios por sí solos a menudo solo tienen una validez moderada, los trabajos de revisión a partir de un gran número de investigaciones permiten medir incluso efectos pequeños. «El resultado más importante de nuestro estudio es que no hay razón para temer que la salud de las personas con enfermedad mental empeore si dejan de fumar», subraya Taylor.
Lars Fischer
Referencia: «Smoking cessation for improving mental health». Gemma M. J. Taylor et al., publicado en línea en Cochrane Library el 9 de marzo de 2021.