El tratamiento frente a esta enfermedad está orientado al control y disminución de la sintomatología, así como a la reducción del riesgo de recaídas futuras, reduciendo la gravedad de las agudizaciones. Sin embargo, desde hace tiempo, no todos los pacientes tienen un acceso fácil a estas terapias. El principal motivo: el visado al que está sujeta una de estas opciones terapéuticas, la conocida como triple terapia.
Compuesta de fuorato de fluticasona, umeclidinio y vilanterol, ha sido calificada como eficiente en comparación con las terapias actuales -combinaciones de terapias duales-, independientemente de la historia previa de agudizaciones. Así lo desgranó un estudio basado en los resultados de IMPACT, un ensayo clínico aleatorizado que demostraba su eficacia.
Más allá de su evidencia clínica, se ha desvelado como una alternativa económicamente beneficiosa para el Sistema Nacional de Salud (SNS); además, fomenta la adherencia de los pacientes respecto a las alternativas existentes dado su propio formato de dispositivo único. Así las cosas, el actual modelo de visado de inspección médica a la triple terapia en EPOC se ha convertido en una barrera que pocos entienden, atendiendo a la opinión de neumólogos y asociaciones de pacientes.
Tal y como ha apuntado Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “se trata de una innovación terapéutica que es segura, eficaz, que tiene una excelente relación coste/beneficio y que no genera incremento en el gasto farmacéutico. El actual visado está provocando inequidad entre CC.AA, retrasos en la atención sanitaria a los pacientes e incomodidades administrativas insufribles”.
El actual visado está provocando inequidad entre las comunidades y retrasos en la atención sanitaria a los pacientes, así como incomodidades administrativas
En ello incidió una mesa multidisciplinar en el marco del último Congreso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que diseccionó el sistema de visado farmacéutico desde la óptica de médicos, pacientes, gestores sanitarios e inspectores. Así, sus participantes coincidieron en la necesidad cambiar este procedimiento, tal y como se lleva a cabo en la actualidad, aprovechando los avances tecnológicos existentes para evitar cargar al médico con tareas burocráticas.
En abril de 2019, un informe de la Alianza General de Pacientes (AGP) alertaba sobre la inequidad sanitaria provocada por el visado a la triple terapia en EPOC establecido en 2018. Casi un año después, este documento y sus recomendaciones regresaron al Congreso de los Diputados de la mano de Ciudadanos. Su entonces portavoz de Sanidad, Pablo Cambronero, registró varias preguntas en las que aludía al citado texto y en las que ponía en tela de juicio las restricciones al acceso sufridas a consecuencia de este sistema.
La respuesta escrita liberada por el Gobierno central no llegó a convencer a nadie; de hecho, tanto SEPAR como la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermos Respiratorios (Fenaer) desmontaron punto por punto la argumentación sostenida por el Ejecutivo vía carta, remitida a la Dirección General de Farmacia. En resumidas cuentas, ello inició una suerte de batalla que se ha ido intensificando hasta la fecha actual, en la cual se ha convertido en la patología con más PNL presentadas en la historia.
Un recorrido que suma en torno a la veintena de propuestas no de ley en toda España, así como multitud de menciones vía pregunta o interpelación en las Cortes Generales del Estado. Gran parte de ‘culpa’ de ello recae en la labor realizada por la Asociación de Pacientes con EPOC Apepoc, que desde marzo ha mantenido más de 100 reuniones con grupos parlamentarios de toda la geografía nacional, así como consejerías y Gobierno autonómicos que se han mostrado sensibles a la realidad que viven.
De hecho, la entidad solicitó incluso reunirse con Salvador Illa en varias ocasiones, logrando ‘tan solo’ contacto con representantes de la Dirección General de Farmacia del Ministerio y con la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón.
Por otro lado, la excepcional situación derivada por la pandemia de COVID-19, provocó que la Comunidad de Madrid dejara en suspensión temporal la vigencia de los propios visados. Una determinación que ha sido avalada por neumólogos y médicos de familia, pero que ha generado por otro lado una situación de inequidad territorial en el acceso a este tratamiento en las regiones que mantienen este requisito ‘en vigor’.
Desde el Ministerio de Sanidad, la postura siempre ha sido poco aperturista de cara a la opción de flexibilización de este trámite. Así lo argumentó por escrito y en la misma línea se expresó el ya ex titular de la cartera, Salvador Illa, cada vez que fue cuestionado acerca del devenir en sus sucesivas comparecencias en la Cámara Baja, donde únicamente se comprometió a tomar nota y estudiar esta posibilidad. En este sentido, el actual portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Congreso, Guillermo Díaz, ha sido la voz política más activa y encargada de trasladar propuestas para la eliminación del visado.
En un principio, el diputado naranja alertó al que fuera ministro de la necesidad de revisar la viabilidad de los mismos en el caso de la triple terapia en dos comisiones de Sanidad, celebradas en mayo y junio de 2020. Además, ese mismo julio pidió extender esta suspensión en tanto que la emergencia sanitaria a causa de la COVID-19 se mantuviese vigente.
Hasta 7 CC.AA han aprobado por unanimidad PNLs abogando por la retirada del visado a la triple terapia en EPOC
Así las cosas, los parlamentos regionales tomaron la réplica con sucesivas propuestas y preguntas que han obtenido una abrumadora respuesta positiva. De hecho, del total de PNL debatidas, a excepción de una discutida en Cantabria, todas han recibido el respaldo de las cámaras en las que fueron abordadas. Concretamente, hasta 7 Comunidades Autónomas han aprobado por unanimidad Proposiciones No de Ley en las que se abogaba por la retirada del visado a la triple terapia: Andalucía, Aragón, Extremadura, Islas Canarias, Islas Baleares, Castilla La Mancha y Asturias.
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