Un estudio ha concluido que sus síntomas empeoran en otoño e invierno por la conjunción de varios factores de riesgo
Un estudio publicado en PLOS ONE y cuyo primer firmante es el Dr. Javier de Miguel-Díez, neumólogo y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha llegado a la conclusión de que, efectivamente, el frío de los meses de otoño e invierno influyen negativamente en las exacerbaciones de los pacientes con EPOC.
Esto se debe a que, durante el estudio se encontró una asociación significativa entre la temperatura, la humedad y la contaminación. Es decir, todos estos factores suponen un riesgo para las personas con EPOC de forma aislada, pero en los meses de otoño e invierno suelen concentrarse todos a la vez, lo que deriva en un mayor número de hospitalizaciones y de mortalidad por exacerbaciones.
En palabras del Dr. Miguel-Díez: “La conclusión de nuestro estudio es clara: la epidemiología de los ingresos hospitalarios por una exacerbación de la EPOC se vio afectada negativamente por factores climatológicos de mayor frío, como la estacionalidad y la temperatura absoluta, y la exposición a corto plazo de contaminantes del aire como NO2, PM10, O3 y CO”.
Otros factores que pueden provocar o empeorar la EPOC son el tabaquismo (tanto fumadores activos como pasivos), la exposición laboral a polvos y productos químicos y las infecciones repetidas de las vías respiratorias inferiores en la infancia.