“Esta realidad puede afectar a un alto número de españoles. En concreto, el 24,4%% de la población general de 15 años en adelante es fumadora, según la última Encuesta Nacional de Salud. Los datos más recientes señalan que el tabaquismo provoca la muerte en nuestro país a más de 56.124 personas cada año, es decir, más de 1.000 personas cada semana. Este consumo habitual de tabaco es considerado el principal factor de riesgo de la EPOC, una enfermedad que afecta a 2,9 millones de personas en España, siendo la cuarta causa de muerte en nuestro país”, ha recordado el Dr. Carlos A. Jiménez Ruiz, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
Su ponencia ha formado parte de la jornada “El tabaquismo y la EPOC en tiempos de COVID-19” enmarcada en una nueva edición de las conferencias Gebro Health Talks, organizadas por Laboratorios Gebro Pharma y en las que también ha participado la Asociación de Pacientes con EPOC (APEPOC). El evento, en formato webinar y disponible en la web y redes sociales del grupo farmacéutico, ha abordado aspectos como en qué medida tabaquismo y EPOC condicionan el pronóstico de la COVID-19.
“El objetivo de esta reunión es facilitar un punto de encuentro en el que especialistas en neumología y pacientes puedan compartir sus experiencias profesionales y personales, así como debatir cómo afrontar la convivencia entre EPOC, tabaco y COVID. Aprenderemos en qué se ha modificado el día a día de la asistencia médica y los esfuerzos realizados para que la salud de los pacientes no se vea comprometida. Este es el compromiso de Gebro Pharma, colaborar en la mejora de la salud y calidad de vida de los pacientes”, ha señalado Cristina Aranda, Head of Medical Affairs en Gebro Pharma.
Nicole Hass, portavoz de Asociación de Pacientes con EPOC (APEPOC), ha explicado cómo ha afectado el consumo de tabaco en el contexto de pandemia por COVID-19 a los pacientes que conforman su entidad: “Es necesario entender qué papel juega el tabaco en la vida de un paciente de EPOC para abordar adecuadamente estrategias para el abandono del hábito de fumar. La amenaza de empeoramiento o degeneración no son suficientes, ni siquiera aun explicando los datos en relación con cómo afecta el tabaco al riesgo de empeorar la enfermedad de COVID-19, por lo que se ha de abordar desde otra perspectiva. Nuestro papel es el de plantear el dejar de fumar con refuerzos positivos en lugar de con amenazas. Estimular, no castigar”.
María Martín, paciente de EPOC grave (grado 3) y exfumadora desde hace años, ha señalado: “todavía siento ansiedad de fumar, y la pandemia no ha hecho más que incrementar el síndrome ansío depresivo que experimento hacia el tabaquismo. Esta ansiedad ha influido en mis hábitos diarios, que se han visto transformados durante la cuarentena y posterior “nueva normalidad” y, por ende, también en el transcurso de mi patología”.